sábado, 17 de diciembre de 2011

UNDER THE MOON ~ CAP1

POV RENESMEE


CAPITULO 1



Me desperté tras soñar un recuerdo y éste era tan doloroso que quemaba por dentro. Recordé por qué siempre me sentía incompleta, sin nada en el interior. Vacía.
Él estaba sentado junto a mí, en las escaleras de la entrada de mi antigua casa en Forks. Su rostro parecía ceñido del sufrimiento, sus ojos estaban apagados, ya no eran los de siempre. Hasta podía ver cómo se le escapaban milímetros pequeños de lágrimas deslizándose por su mejilla.
Me miró, tomó de mi mano y puso en ella un colgante que hacía juego con la pulsera que anteriormente me había regalado. Era hermoso, tenía un lobo tallado en madera, con cuero del mismo color de su pelaje cuando estaba convertido.
- Nessie… tengo que decirte algo. Esto es…
- ¿Qué pasa, Jake? – dije colocándole mis brazos a su alrededor. - ¿Por qué estás triste?
- Es que… ¿Podrían dejarme a solas con ella? Al menos… - preguntó a mis padres que estaban parados detrás de nosotros. Ellos asintieron, también llevaban en sus rostros algo así similar al dolor pero no tanto como lo llevaba Jacob.
- Jake, ¿qué sucede? – quise saber con rapidez. Si hubiese sabido, hubiese hecho lo imposible por detener el tiempo y jamás escuchar esas palabras que pronunció a continuación.
- Nessie, debes irte.
- Pero si estoy en mi casa. ¿Es que me he portado mal y me llevan a otra parte?
- No, pequeña, sólo que… tus padres creen que es lo mejor. Cuando crezcas quizás te darás cuenta de que fue algo bueno o no.
- ¿Tú vendrás?
- Verás… no puedo.
- ¿Te quedarás aquí?
- Sí. Yo no puedo ir contigo. Debes… debes ser una buena niña.
- Oh, Jake… ¿es que no te veré más?
- No lo sé, pequeña. Yo quisiera que sí. Tú sabes que eres mi luz, lejos de ti viviré en la oscuridad. Por lo que espero que algún día vuelvas por mí. – dijo con una sonrisa fingida.
- No, Jake. Te prometo que jamás te volveré a morder. Me portaré bien. No subiré más a tu lomo, no te haré más preguntas raras, no te incomodaré, me portaré bien…
Él sólo pudo sollozar y abrazarme con la poca fuerza que parecía quedarle en el interior. Me abrazó y juro que no olvido los segundos que pasamos así. Su calor… lo recuerdo como si aún estuviera cerca de mí. Mis pequeñas manos se aferraron a su cuerpo y no quise soltarlo… ahogada en llanto.
- Jake, por favor, no me dejes ir… te prometo que me portaré bien. – insistí. En ese instante mi padre apareció por detrás, se agarró de mi pequeño cuerpo para apartarme de mi mejor amigo. Lo hizo con dificultad y entonces lo oí pronunciar las palabras que más me dolieron en toda mi corta existencia.
- Adiós, Nessie. Siempre te recordaré… Por favor, no me olvides. Te quiero, pequeña… Te quiero. – dijo mi lobo para después perderse entre los árboles.
Luché por zafarme de los brazos de Edward para salir corriendo tras él… pero fue imposible. Se había ido y ya jamás volvería por mí.
Desperté llorando como esa vez. Me dolía el pecho de una manera en la que me dificultaba respirar.
- Cariño, ¿qué te sucede? – dijo mi novio preguntando en la oscuridad de la habitación.
- Nada, Jason, sólo fue una pesadilla. – le respondí secándome las lágrimas que corrían por mi rostro.
- De acuerdo, Renesmee. Sólo descansa y procura no asustarme demasiado con tus gritos.
- Lo siento. – me disculpé mientras éste se daba la vuelta para volver a dormirse.
Yo sólo pude recostarme otra vez y tomar fuerte de mi pecho para que el corazón no me doliera tanto. Cargaba con ese vacío extraño y pensaba en el por qué.
Mis padres nunca se habían dispuesto a explicarme qué fue lo que había ocurrido realmente. Sólo me dijeron que querían que yo tuviera más opciones. Nunca entendí el porqué de sus mentes retorcidas.

- Amor, levántate, llegaremos tarde a la clase de Anatomía.
- ¿Qué hora es? – pregunté sin poder abrir bien los ojos.
- Es la hora de levantarse. Anda, Renesmee. No mentiré por ti esta vez.
- Vete, hoy no me levantaré de la cama, no me siento muy bien.
- Vale, tomaré apuntes por ti. Te quiero, preciosa. – dijo despidiéndose de mí con un beso en mis labios.
Jason y yo nos habíamos conocido al entrar en la universidad. Él acababa de mudarse y ni bien me vio se acercó a hablarme y ya nunca nos separamos. Me hacía realmente bien estar a su lado.
- ¿Si?
- Hija, cariño, ¿te encuentras bien? – dijo la voz detrás del teléfono una vez que atendí.
- Si, papá. ¿Por qué lo preguntas?
- Alice tuvo una visión. Ven a casa.
- Voy para allá.
Maldición, quería estar en la cama lo que restaba del día y ahora tendría que irme para mi casa y fingir la mejor de mis sonrisas. Con el tiempo había logrado ocultarle los pensamientos a mi padre, por lo que sólo debía actuar ahora con la mejor cara que pudiese sacar para él y conformarlo.
Me levanté, me vestí con la misma ropa que había llevado el día anterior. Entré al tocador, me cepillé los dientes, até mi cabello con una cinta y salí al encuentro de mi familia.
Subí a mi auto y conduje durante media hora, en la que medité sobre aquel sueño o recuerdo. Al ver mi casa, borré todo vestigio del mismo y pensé en otra cosa.
- Hola cariño. – saludó mi madre con cara de preocupación.
- Hola a todos. – saludé en general ya que estaban todos allí. Ellos me respondieron con una sonrisa. – Y bueno, ¿qué ha pasado? ¿Qué fue esa visión que tuviste, Alice?
- Cariño, tenemos que irnos. – dijo mi abuelo Carlisle.
- ¿A dónde? ¿Qué ha pasado? – pregunté sorprendida y a la vez enfadada. Había hecho mi vida aquí y ahora tendría que abandonarlo todo otra vez…
- En Forks ha habido desapariciones. Otra vez… después de tanto tiempo. Creemos que estas personas fueron convertidas, no sabemos si alguien lo está haciendo a propósito o si es algo de un neófito hambriento. Debemos ir a investigar. Tu madre está muy preocupada por Charlie y de paso le daremos una visita. – me respondió mi padre. Inmediatamente, cuando pronunció ese “otra vez” se me vino a la cabeza la historia que me habían contado de cuando una vampira armó su propio ejército de neófitos para matar a mi madre. Se me erizó la piel al recordar esa historia tan sanguinaria.
- Claro, papá. Tenemos que proteger al abuelo. – le dije preocupada. - ¿Cuándo nos iremos?
- Verás Renesmee… sólo iremos tu madre, Emmett, Rose, Jasper y yo. Tú te quedarás aquí con Alice y tus abuelos.
- ¿Qué? ¿Qué estás diciendo papá? No es justo, también es mi abuelo, yo también lo quiero sano y salvo.
- Pero no podemos arriesgarte, tú tienes tu vida aquí. Nosotros volveremos cuanto antes.
- Que no, papá. Yo iré con ustedes.
- No. Ya está decidido.
- Pero papá. Unidos somos más útiles que estando separados, todos podremos sernos de ayuda estando juntos. Las visiones de Alice pueden ayudar, el abuelo también junto con la abuela y yo estaría más tranquila tendiendo la certeza de que mi abuelo estará a salvo.
- Si Alice tiene una visión me llamará.
- Vamos papá. Sabes que apareceré allí de todas formas aunque no me lleves contigo.
- Lamento oír eso. Igualmente te recuerdo que tienes exámenes que atender, un novio con quien pasar los ratos…
- Oh, vamos papá. ¿Qué me vas a decir que ahora estás de acuerdo con mi relación con Jason? – dije interrumpiéndolo. ¿A qué se debía esto? Desde que habíamos empezado a salir siempre estuvo en desacuerdo ya que nuestro secreto corría riesgo mientras estuviéramos juntos. ¿Por qué ahora se ponía de esta manera? Entonces advertí que podría ser sólo por una cosa…
- Es por Jake. ¿Es por él, verdad?
- No, cariño, no es por él. Es porque no queremos arriesgarnos a ponerte en peligro.
- Pues aprenderé a luchar si hay que hacerlo, haré todo lo que esté a mi alcance pero por favor, llévenme con ustedes, no me dejen aquí.
- Oh, pequeña… no llores. – intentó consolarme mi tía Rose.
- Sé que es porque no quieren que lo vea. Ya me he olvidado de él. Ya no recuerdo su rostro, ni su voz, ni nada… Eso es lo que ustedes querían, ¿verdad? ¿Qué dejara de existir en mi vida? Pues, vale, ya no existe para mí. Llévenme con ustedes, me mantendré lejos de La Push.
- Cielo, si ya lo has olvidado, ¿por qué te empeñas en querer ir cuando te digo que sólo vamos a investigar? – preguntó mi padre.
- Porque… porque quiero ir con mi abuelo. – mentí.
- Pues, te traeremos a tu abuelo aquí entonces. Mientras tanto quédate aquí y cuida de tus abuelos y de tu tía. Prométeme que cuidarás de todos y sobre todo, que seguirás tu vida como la venías trayendo hasta ahora.
- Está bien. Me quedaré. Pero no olvidaré esto.
Al terminar de decir esto subí a mi alcoba y me recosté con el recuerdo de su rostro pegado en mis retinas. Claro que lo recordaba. Me había pedido que no lo olvidara y no lo hice. Jamás lo había hecho.
Me acerqué al cofre que me había regalado Emmett para mi cumpleaños número seis y que se encontraba en mi mesa de luz. Lo abrí y saqué de él mi colgante… el que todos creían que había perdido. Aún se veía como siempre y la pulsera jamás me la había quitado de la muñeca, pues nunca pude apartarme de mi mejor amigo.
Ya habían pasado 4 años desde que no lo veía. Cuatro años en los que mi alma deambulaba vacía, casi sin sentido.
Nunca más había regresado a mi antiguo hogar. Recibía la visita de Charlie cada tanto y me contaba de cómo iban las cosas por allí. Pero nunca me lo pronunciaba… digo, a mi lobo, ya que mis padres seguramente se lo habían prohibido. Recuerdo que al principio yo le preguntaba hasta el cansancio sobre Jake pero como siempre obtenía la misma respuesta decidí dejar de hacerlo, y actuar frente a los demás, buscarme amigos, un novio… para que creyeran que Jacob ya no ocupaba mi mente.
Bajé las escaleras y quienes debían irse, se fueron. La casa se veía grande y en soledad, una soledad que dolía.
- Cariño, ¿dónde estás? – era Jason que me había llamado preocupado.
- Estoy en casa. Siento haberme ido así del campus, sin dejarte una nota. Surgió una urgencia en la familia y tuve que venir de inmediato.
- ¿Quieres que vaya a hacerte compañía?
- No, no hace falta. Ya todo está solucionado.
- ¿Vendrás esta noche a dormir conmigo?
- Claro. Te quiero, amor.
- Y yo a ti, mi cielo. Te esperaré con una cena.
- Gracias, adiós.
- Adiós.
Siempre se preocupaba por mí y yo nunca fui consciente del hombre que tenía al lado, siempre lo desvaloricé porque no me podía permitir sentir lo mismo que él sentía por mí. Era demasiado y lo que yo tenía dentro no alcanzaba para llenarle el alma.
Cuando intenté terminar la relación, él me dio una oportunidad para remediar las cosas y yo, algo egoísta acepté, pero porque no quería estar sola.
Le entregué todo lo que pude de mí… juro que así fue y aun así no es suficiente.

" UNDER THE MOON" ~ Jacob&Renesmee ~

Bueno, aquí doy comienzo a mi primer blog, inspirado en las historias de Stephenie Meyer.
Todos los personajes le pertenecen, salvo la historia que fue creada en mi cabeza a partir de la Saga Crepúsculo.
Debo confesarles que le di vida a nuevos personajes que se meteran en la historia de Renesmee y Jacob.
En mi imaginación, Nessie es Odette Yustman:


Jacob es mi hermoso Taylor Lautner:
Bella y Edward siguen siendo los mismos:


La familia Cullen:


La manada de Jacob conformada por Seth, Leah y Emma:



La manada de Sam: 


Bueno, a medida que se me vayan ocurriendo nuevos personajes, iré subiendo fotos de cómo me los imagino.
Espero que disfruten de esta historia.
Recuerden, la mayoría de los personajes le pertenecen a Stephenie Meyer.